
Por Mario Antonio Lara Valdez
Tener la oportunidad de disfrutar producciones cinematográficas como Aún Estoy Aquí, Septiembre 5 y The Brutalist es adentrarse en relatos cuidadosamente construidos, donde las actuaciones de calidad, la fotografía excepcional y un guion sólido se combinan para ofrecernos experiencias cinematográficas memorables. Estas tres peliculas alabadas por una gran mayoria de la critica internacional y con nominaciones en los diferentes premios de este 2025, incluyendo el Oscar, son el ejemplo de la magia del buen cine y de que aunue no sean lastimosamente populares en la taquilla de las salas de cines se convierten en un clasico que sobrevira con el tiempo, especificamente en las plataformas digitales.
The Brutalist: entre la gloria y el infierno
The Brutalista narra treinta años en la vida de László Tóth, un arquitecto judío nacido en Hungría que logró sobrevivir a los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial. Tras escapar en los últimos años del conflicto, emigra a Estados Unidos en busca de un nuevo comienzo. Su esposa, la periodista Erszebét, lo acompaña en este trayecto, aunque en tiempos distintos.
László enfrenta la pobreza y la adversidad hasta que un misterioso y adinerado cliente, Harrison Lee Van Buren, le ofrece un contrato que transformará radicalmente su destino. La película no solo nos sumerge en la lucha de su protagonista, sino que también retrata la dualidad de la existencia humana, donde algunos transitan entre la gloria y el sufrimiento, como es el caso de László Tóth.
Septiembre 5: el dilema de las decisiones en tiempos de crisis
Septiembre 5 nos transporta a los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, donde un grupo terrorista secuestra a la delegación israelí, desencadenando uno de los episodios más trágicos en la historia del deporte.
La cinta nos muestra cómo un equipo de periodistas de la cadena norteamericana ABC cubre los acontecimientos en tiempo real, transmitiendo al mundo la tensión y el horror de la situación. La película se distingue por su impecable narrativa, logrando captar la angustia y las difíciles decisiones que deben tomarse en momentos de crisis.
Aún Estoy Aquí: la lucha por la memoria y la justicia
El director brasileño Walter Salles nos presenta Aún Estoy Aquí, una producción basada en hechos reales que destaca por su magistral fotografía, ambientación y actuaciones conmovedoras.
Salles, reconocido por Estación Central (1998) y Diarios de motocicleta (2004), asume el reto de llevar a la pantalla la historia de Eunice Facciola Paiva, interpretada magistralmente por Fernanda Torres en su adultez y por Fernanda Montenegro en su vejez (quien, debo admitir, me recordó a mi abuela). Eunice, madre de un hijo y cuatro hijas, lucha incansablemente por justicia tras la desaparición y asesinato de su esposo, Rubens Paiva, durante la dictadura cívico-militar de Brasil (1964-1985).
Basada en el libro escrito por Marcelo Rubens Paiva en 2015, la película reconstruye los eventos a través de la mirada de su hijo, interpretado por Guilherme Silveira en su infancia y por Antonio Saboia en su adultez, quien además enfrenta un destino trágico tras un accidente que lo deja en una silla de ruedas.
Salles logra transmitir el dolor y la resiliencia de la familia Paiva.