
En los últimos tiempos, la conversación sobre las películas ha girado más en torno a factores externos, como los costos de producción y la recaudación en taquilla, que a lo que realmente sucede en la pantalla. Películas como "Jurado #2″, "Mickey 17″ o "Megalópolis" han sido objeto de estas discusiones.
Lo que se puede extraer de estas conversaciones es que el espacio para películas hechas por y para adultos se ha reducido drásticamente, hasta el punto de parecer en peligro de extinción. No me refiero a los blockbusters ni a las cintas independientes, sino a aquellas con presupuestos moderados, una visión autoral y un oficio notable: guiones atractivos, encuadres planificados y una iluminación que realza el aspecto visual del arte cinematográfico.
En este contexto, "Código negro", el más reciente estreno de Steven Soderbergh, nos recuerda lo que no debemos perder. Soderbergh, conocido por su prolífica carrera y su capacidad para experimentar con diferentes géneros y formatos, nos presenta un thriller que destaca por su elegancia y buen gusto.
La película sigue a George Woodhouse, un refinado agente de inteligencia británico interpretado por Michael Fassbender, que recibe una lista con los nombres de cinco colegas y debe descubrir cuál de ellos es un traidor. El problema es que uno de esos nombres es el de su esposa, Kathryn St. Jean (Cate Blanchett). A partir de entonces, Woodhouse debe vigilar cada uno de sus pasos, lo que añade una tensión inusual a su relación.
El guion de David Koepp se centra en los enredos emocionales y lujuriosos de su elenco, más que en el espionaje o la acción. Aunque hay clichés del género, estos se presentan con galanura y buen ritmo, privilegiando una "tensa calma" y una intriga contenida.
"Código negro" destaca por sus personajes altamente competentes, vestidos con ropas hermosas y envueltos en una iluminación que realza su belleza. Fassbender y Blanchett brillan en sus roles, apoyados por un elenco secundario que incluye a Naomie Harris, Tom Burke, Regé-Jean Page y Marisa Abela.
Esta película es un ejemplo de cine valioso, no por tocar temas relevantes, sino por elevarse a través de las decisiones meticulosas de Soderbergh y Koepp. Con encuadres pensados, escenarios estilosos y diálogos inteligentes, "Código negro" se eleva por encima de la media de su género y del cine moderno en general.
En resumen, "Código negro" demuestra que todavía se pueden contar historias adultas con presupuestos medianos y propósitos sencillos. La pregunta es: ¿existe aún una audiencia dispuesta a verlas? Por el bien del cine, espero que sí.
Fuente: Culturizarte